Renacimiento VS Barroco

EL RAPTO DE GANÍMEDES

Perteneciente a la mitología de la Antigua Grecia, Ganímedes fue un héroe troyano, del cual se enamoró Zeus, que lo convirtió en inmortal y vivió en el Olimpo junto a su amado. Cuenta la leyenda que nuestro héroe se encontraba en el Monte Ida cuidando un rebaño de ovejas cuando Zeus lo vio y, casi al instante, se enamoró del joven. El padre de todos los dioses envió un águila para que llevase a Ganímedes al Monte Olimpo. Una vez allí, Zeus hizo del joven su amante. Todos los Dioses disfrutaban presenciando la increíble belleza de Ganímides, todos excepto Hera, la esposa de Zeus.
Ganímides era un símbolo del idealizado joven bello, así como la representación del amor homosexual.

Se produce una discrepancia en cuanto a la representación pictórica de este mito, pues en el renacimiento y en el barroco se refleja desde diferentes puntos de vista:

(RENACIMIENTO) El Rapto de Ganímedes, por Antonio Allegri da Correggio (1531)


En este cuadro, de óleo sobre lienzo, el joven Ganimedes aparece como un niño bello e inocente, mirando directamente al espectador. Se representa el momento del ascenso, agarrado de forma íntima a un águila. En la parte inferior del cuadro hay un perro y unas rocas hechos con movimientos verticales, dando una sensación de movimiento ascendente. Tambien influye el tamaño estrecho y alto del cuadro, para representar la ascensión. En esta obra se idealiza al héroe y destaca la presencia de naturaleza (árboles, vegetación, cielo azul) para dar una mayor perspectiva. Finalmente, sobresale la luz clara y nítida del cuadro.

En contraposición a esta obra renacentista está el siguiente cuadro:
(BARROCO) El Rapto de Ganímedes, de Rembrandt



En esta obra, el héroe Ganímedes es representado como un bebé gordo y feo que llora y se orina de miedo en el momento en el que, sin ningún tipo de delicadeza, la oscura águila lo coge para llevarlo junto a Zeus.  El erotismo clásico, presente en el anterior cuadro, sufre un giro mordaz. Podría ser una condena, a modo de cuadro, de las pederastías de la época. El barroco busca representar la realidad, a diferencia de la idealización del Renacimiento. Hay un fuerte contraste claroscuro y destaca el personaje, por ausencia de un paisaje. Este cuadro es, ademas, expresivo, pues se aprecia claramente en el rostro del bebé el miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario